Tuesday, January 21, 2003

Tengo ya mucho tiempo leyendo blogs, en algunos se hablaba de la inmensa flojera que causa el encontrarse con aspirantes "literatos" a encontrar un editor que los publique en papel.También recuerdo esa discusión sobre si el blog solo es una mas de las herramienta del yo. Así como también el que los blogs son capaces de colocar al alcance de otros trabajos que de otra forma no se publicarían, o quizá no con la misma libertad o prontitud. No sé exactamente de lo anterior, que se ajuste mas a mi situación, yo simplemente escribí una novela hace poco, pero salvo comprar el boleto de lotería que representan los concursos, no se me ocurrió nada que hacer con ella. Creo que al hacer esto dejó en claro q no aspiró a obtener una remuneración ni mucho menos, de cualquier forma la mayoría de las veces el que remuneren un cuento o novela es un asunto mas bien fortuito.
A mi solo me interesa que la pueda leer la mayor cantidad de gente posible, y me den su opinión al respecto.
Estoy absolutamente convencido de que escribir es una actividad que me late y punto, no espero mucho de ello; mas bien soy escéptico de que me retribuya algo. Bueno para ser honestos me ha retribuído a la fecha mas de lo que esperaba, conozco mucha mas gente, he ido gracias a eso a muchas mas fiestas, he consumido muchas mas drogas por invitación e incluso gracias a toda esa gente nueva he encontrado, música, animaciones, literatura, publicaciones, películas, etc. que de otro modo no hubiese conocido, y eso ya es algo, no?.
Mi hermano era uno de los mejores del mundo, pero tampoco había como saberlo
Por Astroman-X, Alvaro Ernesto Obregón

Tracklist.
1 ¿qué harías con una consola sin joysticks si no pudieses salir de casa?
1.2 ¿sabías que en Moscú celebran hoy el día del cosmonauta?
2. Cola de Straub
3. mi ropa huele a un paraíso de bolitas de poliestireno
4. ¿Quieres ser mi amigo?
5 something in the sky, say me i could be happy…
6 startlight lounge
7 vow
8 Ultra 80´s
9 support me for a long time
10 click
11 episodio amateur
12 Quisiera saber rockear
13 vienes a mi casa...
14 ( )
15 células piramidales
16 beetlebum



1 ¿qué harías con una consola sin joysticks si no pudieses salir de casa?
Mi hermano era uno de los mejores del mundo, o por lo menos, no había como saber si es que acaso lo era. Era uno de los mejores que yo haya visto, y para muchos otros también lo era. Jugaba con simuladores de combate para pc, playstation u otras plataformas. Los de helicópteros eran sus favoritos y los hacía volar al ras de los enemigos, era para quedarse mirándolo horas. Resplandecía en rayos de un cinescopio dorado, mi madre lo amaría aún si no hubiese sido tan bueno e igual yo, pero no lo hubiese respetado tanto. Teníamos en casa muchos libros y mi papa siempre nos regañaba por no leerlos, no me recuerdo jamás hojeando esos volúmenes planeta-océano que compro un día en una feria del libro enciclopédico en un hotel que están frente al aeropuerto. Nadie habría de leerlos hasta ahora que los hojea Daniel, un poco por prescripción médica; un poco porque le hacen olvidar los simuladores de combate. Aunque a veces creo que si se sentase a mirar la estufa igual los olvidaría con la misma rapidez, él ya no es el mismo, ni aún una versión compact de sí mismo sin la mayoría de las opciones instalables. Pero no solo él ya no es el mismo, aún quiero a mi hermano pero no sé si lo quiero tanto como antes. Vamos que no es que no le quiera ahora, solo es que antes le respetaba mucho, ahora simplemente no termino por acostumbrarme a encontrarme con él por las tardes cuando regreso del trabajo, sentado a la mesa tratando de armar rompecabezas de 500 ó mas piezas que le trae mi papá cuando va de compras. Ya ha terminado uno de un porshe, otro mas de un castillo en Alemania. Los ha colocado a manera de posters sobre su cama.

A veces nos sentamos por las noches a jugar risk, siempre escojo el ejercito gris. Él a veces el negro, otras el verde, creo que le resulta indiferente. Jugamos un par de partidas con misión, mientras miramos la televisión. Algunos de los turnos son largos debido a que por momentos solo concentramos nuestra atención en el televisor. Pero siempre regresamos al juego. Tengo una pequeña pila de libros de Douglas Coupland sobre una repisa, a la izquierda de mi pc con procesador AMD, el futuro es tuyo, solo debes encontrarlo por ahí en alguna caja inundada de bolitas de poliuretano. Algunos de esos libros eran de Daniel, el fue quien trajo generación X, luego planeta champú. Mi padre fue viendo como llegaron uno a uno los libros de Coupland, él comenzó a hojear su colección planeta-océano algunos días, después nunca lo habría de hacer de nuevo. Mi padre es por lo menos a ojos de todos nosotros un tipo bien intencionado, quizá por eso no puso objeción en hacer todos los preparativos para cambiar a Daniel a mi habitación. Desde ella se puede mirar hacia la calle y hemos pensado que le vendría bien. no me molesta en lo absoluto encontrarme con Daniel en su antiguo cuarto sentado frente al monitor de mi pc jugando solitario. Ahora ese cuarto es mío. Él tenía una mac muy bonita, una g3 y una i-book siempre conectada a la red, la i-book aún la tiene según me dijo mi padre; pero la g3 la vendió por medio del periódico segunda mano. Nunca tuve tantos posters como él, ni tantos libros, ni tanto de esa habilidad suya, ya les he dicho él era uno de los mejores aunque ahora no lo parezca.
Cuando compre mi primer libro de Coupland fue la vida después de dios. Luego no podía levantarme de mi cama pensando en lo solo que habría que estar cuando se esta frente a su propia oficina en un gran estacionamiento vacío en medio de la lluvia. Daniel también lo leyó y no pudo salir a la calle el resto de la tarde en el día que lo termino de leer. Entonces jugamos con un neo-geo conectado al televisor en la sala mientras fumábamos un poco de hierba que conseguía en su Escuela. Mis padres trabajaban ambos, a tiempos completos al otro extremo de la ciudad. Ahora mi padre esta recién retirado, jubilado poco antes del tiempo que esperaba él mismo. Le detectaron un problema en las coronarias y en el aeropuerto han decidido que lo mejor es jubilarlo con todos los privilegios de su pensión completa y un buen saldo agregado a su cotización en el seguro social. Ahora es él quien ayuda a Daniel con las tareas de reconocimiento que él neurólogo le recomendó seguir. Para eso han comenzado con libros de la serie Proteo que a mi hermano siempre le fascinaron. Un poco de ficción y datos sobre aeronáutica y ciencia espacial para adolescentes. Cap. 53 ¿y es verdaderamente el propergol el combustible adecuado para lanzarnos a la conquista de distancias mayores a las que ahora recorren nuestros transbordadores?, Daniel me explico alguna vez porque el propergol era anticuado ya desde el 87, ahora no lo recuerdo, él debe saberlo aún; pero me da un poco de pena preguntarle, así que nos quedaremos por ahora con esa duda.

1.2 ¿sabías que en Moscú celebran hoy el día del cosmonauta?

Teníamos un robot de Ensueño, 2XL me parece que se llamaba. Introducías cintas y te hacía preguntas sobre diversos temas, ¿en que año llego el hombre a la luna? ¿quién fue el primer hombre en pisar la luna?, respuestas: 1967 y Neil Armstrong. Después corría una breve grabación de Armstrong diciendo todo aquello del pequeño paso para un hombre y el grande para la humanidad. Ambos odiábamos a Armostrong por ñoño. De Buzz Aldrin solo se comentaba que habría perdido la razón al regresar a la tierra, baja decorosa en el ejercito. Aldrin había mirado el “lado oscuro de la luna” en la misma operación en la que Armstrong pisó la luna. A veces jugábamos con unos transbordadores que nos había traído mi papá de un viaje a Florida a principios del 85. Eran un apollo y un Challenger, el Challenger era mío y dentro contenía además de un par de astronautas, un pequeño satélite que se liberaba abriendo un par de compuertas de la parte de arriba. El apollo era de Daniel, tenía su pequeño dispositivo de alunizaje, Daniel quería ser Aldrin, pero yo prefería pensar en que era Rodolfo Neri Vela mientras agitaba mi challenger.
Daniel se ha dado a la tarea junto con mi padre de revisar en toda la casa los objetos de lo que se desharán o de aquellos que intentaran reparar. Ellos tienen ahora mucho tiempo libre y creo que se comienzan a llevar bien.
A veces cuando regreso de trabajar me encuentro a Daniel hojeando alguna revista de aeromodelismo, ha regresado el punk, quien se lo iba a imaginar?.
Esta vez regreso a casa y Daniel esta en su cuarto, haciendo girar un tornamesa Panasonic que logró reconstruir junto con mi papá. Le ha dado por escuchar discos de las Go-go´s que me parece ha conseguido en Tepito. Mi padre desde hace unos 5 años duerme en el estudio, al pasar por allí se puede sentir la electrostática del televisor encendido del otro lado de la puerta. Entro en mi cuarto, enciendo la computadora y abro la ventana. Tomo un hitter con cenizas de marihuana dentro, un pequeño papelito plastificado tiene en su interior pequeños aerolitos nacarados, coloco uno de esos pequeños trozos en el hitter y lo enciendo, justo cuando odigo se dispara al detectar la conexión en red. Creo que hoy es día del cosmonauta, lo buscare en google pienso mientras observo como el imesh termina de bajar otro corto de la bmw. Tengo una hora u hora y media antes de colocar el despertador y soñar con mi empleo en el centro de educación especial. Porque no puedo soñar de nueva cuenta con astronautas, ¿dónde estará Rododlfo Neri Vela?. Noto que mi mano tiembla un poco sobre el teclado. Uno de esos institutos para estudiar carreras técnicas en computación por tan solo 50 pesos a la semana tiene varias fotos de Rodolfo Neri Vela en su dirección, incluso aquella en que aparece caminando sobre la plataforma en cabo cañaveral. Esa foto la tenía Daniel en alguna revista, cuando aún era el mejor con los simuladores de vuelo. Ahora su mano derecha siempre le traicionaba el juego, aún cuando tenía claro lo que debía hacer, nunca sabía si su mano derecha activaba o no los propulsores. Cuando mira ahora un objeto con el ojo derecho cerrado nunca falla a decirte que es lo que tiene enfrente. Pero con el izquierdo, termina por desesperarse y decir que no tiene caso seguir con esas pruebas. Hace 2 semanas le vi en el baño tapándose el ojo izquierdo mientras trataba de nombrar algunos de los objetos que tenemos en la repisa. Joystick, sobrero y manzana le llamo al acondicionador, a un jabón y a mi rasuradora. Otro aerolito y desaparece el temblor en mi mano, no me importa mucho ese temblor, nunca fui ni siquiera bueno con esos simuladores y no conozco algo más para lo cual necesitara tanta precisión.

2. Cola de Straub

Espero sentado debajo de un anuncio de las obras emprendidas por la ciudad de México, el andén comienza a llenarse poco a poco de gente que se impacienta al voltear a mirar el reloj electrónico que marca las 23:50, 23:58, no lo sé, algún numero similar.
Algunos se recargan contra las paredes, otros encuentran sus miradas y las evitan tal como una replica de Garfunkel y sus estudios sobre el evitamiento visual en ascensores, ascensores, -¿le incomoda si me fajo la camisa mientras vamos en el elevador joven?, hoy por la tarde en un elevador me pregunto un señor mientras subíamos en la torre de cristal a un costado de periférico, el tenía un gafete de una casa de bolsa, asentí pero seguí pensado en su camisa azul como la tapa de mi desodorante cool wave, cuando llegue a mi destino en el vigésimo piso. La gente se desprende de la pared en que se recarga para aproximarse a la línea amarilla, se acerca el metro despacio con sus faros blanquecinos encendidos.

Subo en el primer vagón en la última puerta del carro, me siento en el rincón opuesto a la puerta de acceso, siento un sabor amargo en el paladar, mareo, solo quedan el sabor a plástico y 50 pesos menos en mi cartera, ningún otro efecto más.

Olvido entre mis manos las copias que debería leer, un tapiz de cáscaras de pepitas bordea la puerta por la cual entre, mis ojos se despiden del andén. Alguien extiende la edición vespertina del sol de México, “pasantes como meseros” el encabezado sobre el que trata de posar la vista quien va junto de quien abrió el periódico. Frente a mí, una señora apila las cáscaras de los pistaches que come, uno a uno a un lado de sus zapatos, sobre ellos, desperdigados. El metro nos sacude al doblar en el interior del túnel, más allá en otros asientos otra persona más abre una bolsa de pistaches, pronto las cáscaras comienzan a caer cerca de sus pies.

En la siguiente estación sube un muchacho encostrado en mugre, se quita la camisa y se recuesta varias veces sobre los vidrios que coloca en una pequeña manta sobre el piso del vagón. Su espalda se pasea arañada y desnuda, mientras recoge el dinero por la función, se detiene el metro, todos estamos en ese momento conectados a una serie navideña, prendiendo y apagando, para iluminar el túnel exterior.

De nuevo la calle, la estación de trenes, los ejes, caminar, wall-mart brilloso, eléctrico durmiendo como mi sistema endocrino. Cruzó insurgentes, los autos silban, las luces se pierden, entro en el hotel encino.

Al fondo el “recepcionista”, levanta la cabeza sobre su escritorio y me encuentra al hacer entresacadas con los ojos para evitar la reja que tiene frente a sí. Casi de inmediato se oculta de nuevo sobre su escritorio, las rejas y el sonido del televisor. Pido un cuarto sin tele, recibo mi cambio y por la cantidad que me devuelven me doy cuenta que no importo mi petición; el recepcionista encerrado tras las maya ciclónica pintada de negro, jala el tubo que atranca la reja colocada a un metro y medio de las escaleras.

Chasquea un ligero sonido en mis tenis al subir las escalas de piedra, supongo que se abran partido ya; paso de largo en las escaleras primer piso y su corredor vacío, cuarto 19 el primero del segundo piso, dos cuartos mas allá por la ventana rota se escapa un vapor blanquecino, voces, luz enrarecida por las variaciones de voltaje, un foco de 75 watts seguramente se esfuerza por sobrevivir manteniendo su filamento caliente y sucio, en su cápsula de vidrio, caliente y sucia.

Es un cuarto con 2 camas matrimoniales, una alfombra raída y un televisor en el q no funciona el botón que hace las veces de prendido y apagado, y de control de volumen. Lo sé, ya estado en este cuarto antes, el enchufe del televisor esta siempre conectado, para encender la tele, solo tienes q juntar un cable desprendido, en cuya parte no esta aislado tiene forma de gancho, juntas ambos extremos en forma de gancho y en seguida tienes 3 canales de televisión aérea.

No me lo pienso mucho y quito la cubeta que se encuentra recibiendo el goteo continuo de la regadera, paseo mi zapato sobre la superficie del lugar para arrastrar posibles vidrios abro la llave con una C, espero un poco para comenzar a desvestirme. Al quitarme el pantalón, percibo un olor a mierda en la parte trasera, decido tirar los calzones sucios y rotos por la ventanilla cuarteada de la regadera. Aún cuando no hay jabón, me siento realmente confortado, cuando me retiro de la caída de agua un ligero vapor se desprende de mis hombros, incluso podría excitarme de tan solo mirar mi propio hombro, empapado, con gotas arrastrándose por entre algunas pecas y espinillas.
Salgo de la regadera, jalo el cubrecama, me envuelvo en él, secándome, sacudiendo aquí y allá, algunas partículas de materias diversas caen sobre la alfombra, otras se pegan en mi piel; abro mi mochila, para sacar unos calzones mas limpios de los que traía, justo antes de colocármelos tocan la puerta, con nudillos flacos, huesudos.
Me asomo por la ventana que da al pasillo, el chaparro esta recargado a un costado de la puerta y sacude la cabeza saludándome.
Terminó de vestirme mientras el chaparro sentado sobre una sabana agujerada, cuenta los pesos que trae encima, y mira su lista de encargos para cerciorarse, que valdrá algo, aún un medio punto de piedra lo que podrá sacar con este mandado.

-me dijo el ruco que debías estar muy madreado-, la voz del chaparro no tenía identidad propia, como su rostro, como todo en él; aún conociéndole bien, podría como ya me habría ocurrido un par de veces, pasar inadvertido junto a ti en cualquier estación de metro.

-sí, no me puedo quejar, estoy hecho madre-, inclinado sobre una cama entrecruzaba nudos en las agujetas de mis zapatos, al levantarme mi sombra armendrentó a una cucaracha que estaba cerca de la perilla con la que alguna vez se logró sintonizar estaciones de radio en la habitación, corrió subiendo en línea recta por la pared amarilla ennegrecida, mire al chaparro y sacudí la cabeza a un lado, tiempo de irse. Antes de cerrar la puerta mire de nuevo hacia la pared, la cucaracha ya no estaba, quizá ahora estuviese mirándome desde el interior de la bocina destartalada, quizá solo estuviese escondida agitando sus grandes antenas deseando que me fuese.

-blata germana-, murmure mientras bajábamos las escaleras.
-¿Qué?-,
-blata germana, es la especie de cucarachas mas comunes en la ciudad.
El chaparro, se limito a emitir un sonido nasal; detrás nuestro un travestí alto y moreno clavaba sus gastados tacones negros sobre las escaleras, frente a la reja de la recepción los tres esperamos el jalón del tubo, para salir, avanzar hacia la puerta y desperdigarnos en la madrugada exageradamente iluminada de la ciudad de México.

Pasamos junto al wall-mart, voltee al otro lado de insurgentes y alcance a mirar la gabardina verde militar del travestí avanzar lentamente como una hoja muerta y húmeda pegada sobre la suela del zapato del algún oficinista, hacia puente de Alvarado.

Seguimos de frente al pasar el gran estacionamiento, luego girar a la derecha, una panel corría de norte a sur sacudiendo sus puertas traseras.

Entramos en la puerta roja con el 33 pintado en azul, delante de la primera puerta de la vecindad gritamos –tía, tía-, la luz del interior del departamento estaba encendida, y la virgen que estaba aún costado de la puerta encerrada en su departamento de cristal, también tenía encendida la luz de su pequeña casa. La puerta entre-abrió para que se asomara el flaco, -ponme dos papeles de polvo y dos puntos- se adelanto el chaparro antes de que pudiese decir cualquier cosa el flaco, que se limito a acomodarse la gorra y voltear a mirarme. Desde el interior podía escuchar un resumen de ESPN sobre la copa de campeones de Europa, la tía adentro, podía adivinar, debía estar sentada sobre su sillón de cuadrículas verdes con rayas azules, mirando el televisor y tomando un champurrado.
-dame un papel y piedra-, extendí un billete de 100 pesos, que tomo rápidamente. –y tu que?, que te la voy a invitar yo o que pinche chaparro?-; el chaparro se despabilo rápidamente y saco el dinero, -cha, perdón, perdón pinche astro-.

Antes de salir de la vecindad tome mis dos bultitos y los coloque dentro de la parte superior de mis calcetas, se que yendo con el chaparro, si nos cargarán, habrían de revisarnos también allí, estoy confiado, esta noche no pasarán cosas malas... -¿estas segura mama?-,
-¿tu me quieres, no?, -sí, má-, -y yo a ti, entonces no pueden pasar cosas malas-, -pero, ¿y si no vuelve la luz?-, -aún si no vuelve, estamos aquí tu y yo juntos-.

Al dar la vuelta de nuevo por el gran estacionamiento, nos incorporamos a una zona mas iluminada, la panel de hace rato, estaba por allí, dando vueltas, el chaparro comenzó a frekearse, volteando lo menos posible su cabeza, casi podía verlo hacer un esfuerzo enorme por no mover su cabeza y buscar la panel. Apretábamos el paso, casi estábamos en el wall-mart.
Decidimos no entrar por la puerta principal del hotel, sino por el estacionamiento. Al cruzar la entrada, escuchamos la marcha jodida de un dodge tratando de encender el auto con el pulso tembloroso, una marcha parkinsoniana, luego un jaloneo de la maquina.

Cada quien pidió su llave en la recepción, sin decirnos nada, subimos las escaleras hasta llegar a mi cuarto.

El chaparro saco los encargos, los coloco sobre la cama; yo tenía ocupada la cómoda con una bolsa de ropa sucia que había sacado de mi mochila al buscar mi desodorante. Él la quito, y sobre las muchas quemaduras de cigarro colocó los papeles de piedra. Con un cutter pequeño cortó la mitad a cada uno de los puntos que llevaba. Luego saco de su chamarra un tubo con cola loca. A un par de mitades trozadas, acerco la “trompa” fina del aplicador, dejo caer una gota gorda, en minuto y medio eran absorbidos por cada “mitad”, doblando su tamaño, -ni pedo, creo q si les puse mucha, pero a estos weyes no los conozco ni creo los vuelva a ver-, envolvió de nuevo las piedras, en una pequeña bolsita plástica metió las mitades a las que no había agregado cola loca, reía un poco para sus adentros, moviendo el bigote en forma de “u” invertida, como una campana de Gaos dirían los libros de estadística paramétrica.
-te encargo eso-, miraba hacia la bolsita de plástico, la dejaba en la cama, no me agradaba que hiciera eso, sabía que regresaría se las metería y después me estaría reclamando que le habrá dado un bajón a su material mientras el se fue a entregar los encargos.

En buena medida compró polvo, porque se que la gente de acá prefiere la piedra, mas que temor a engancharse con el polvo, la piedra le aventaja en precio, facilidad para conseguir y como me había dicho no solo el chaparro sino además Manolo, que eran las únicas personas en quienes sentía que podía confiar en el encino, “la piedra es golosa”.

Me prepare un cóctel con mi pipa metálica. En la base una capa de mota, que al quemarse formaría una buena cubierta de cenizas, luego un trozo de piedra, con eso estaría en la mejor disposición, de cortar la coca, que al desenvolverla, note que estaba convertida en una pequeña bolita blanca gracias a la humedad.

Corte la coca dentro de un cenicero, viejo y rayado con ayuda de mi tarjeta telefónica. Los pedazos que se desprendían de la coca formaban a su vez pequeñas bolitas blancas, eran la nieve cayendo sobre Remi y corazón alegre, al cruzar Marsella; sobre sus cansados huesos, la cara sonriente de Remi al cobijarse junto a capi, afuera, bolitas perfectas, sin textura; tan blanca como la nieve, como la nieve hace olvidar las nubes cargadas de ácidos y clorofluorocarbonos. La coca tendrá tras de si, sus propios clorofluorocarbonos y metales pesados.

Poco después estaría durmiendo profundamente, soñando con blatas y ciervos volantes. Tocaron a la puerta, desperté de un sobresalto, de inmediato coloque la piedra debajo de la cama, detrás de uno de mis tenis, por la coca no me preocupe, solo la envolví en el papelito, y la deje sobre la cómoda nuevamente. Mire hacia la puerta, mientras me acercaba los audífonos anaranjados, tan lejana como un stand de promociones en una feria de amas de casa la puerta se escondía en la pared, de nuevo tocaron, oprimí play y la voz de simone en una baladita garage en portugués.

3. mi ropa huele a un paraíso de bolitas de poliestireno
Carlos nos ha corrido de su casa, porque Roberto ha estado quemando papelitos dentro de ella; muy serio se paro delante nuestro con sus shorts amarillos y sus zapatos hechos una madre, bueno, ya me cagaron. 15 minutos después al seguir las nalgas de una vestida entallada en una red que hacia las veces de vestido y aparador, frente al metro revolución una “niña de la calle” pedía dinero con su mona afianzada a la cara. –me das un varo,
-nada mas uno?, -no pues para unos tenis, -ahh, -y si yo te doy para los tenis tu q me das a mi?, -no pues lo q sea, -q no sabes q queremos?, q nos acompañes, -a donde?, -mmm pensé q sabías, toma tu varo..., -no, no espera si se, si sé, -a ver a donde?, -pues uds. dicen al hotel, no?. Caminábamos con ella, doblamos sobre insurgentes y subimos hacia buenavista. Mientras Roberto se adelanta con ella cruzo insurgentes corriendo para llegar al oxxo a un paquete de pilas AA Duracell.

4. ¿Quieres ser mi amigo?
Allí parado, delante de ese jardín al fondo de la casa. El ruido de “niños” corriendo por los pasillos giraba y se estrellaba contra las enredaderas de la pared exterior. Me inclino para tocar el pasto, esta húmedo y frío; doy un par de pasos para sentarme en un escalón de piedra. Pablo persigue a Vero, la amenaza con un atomizador, y le dispara chorritos de agua, ella ríe y trata de esquivar. Pablo la alcanza, la abraza y Vero ríe, ríe tan feliz como el tono azul que tienen sus ojos. Pablo sufre de un desorden de atención controlado por Melleryl de 50 mg, tiene 21 años, cabello muy corto y chino. Habla como un niño sabihondo de 9 años.
Vero nació en España, padece mal de Lenoc, no puede pronunciar algunas consonantes, sus movimientos son espásticos, los dedos de su mano derecha sufren una presión invisible que los obliga a estirarse y juntarse formando posiciones incómodas. Tiene 24 años, ojos azules y cabello negro, solo es capaz de escribir su nombre sin los apellidos.
Los veo correr, perseguirse y abrazarse, estoy sentado en el escalón tratando de recordar en donde deje la pseudoefedrina, y el archivo de control de medicamentos que debí entregar la semana pasada. Esperando el resultado de la junta de mes, quizá hoy me bote a la calle, dándome 3 días para entregar todos los archivos que están en mi poder, pero que forman parte de los expedientes del centro de investigación en servicios de educación especial. Tengo frío a pesar de estar bajo el sol de las 10:30 de la mañana. La maestra del grupo de Pablo y Vero, se asoma por la puerta corrediza de vidrio que da directamente al jardín, les llama la atención y les pide que regresen a la cocina. Hoy están aprendiendo a cocinar sopa de pasta.
Me siento sumamente ansioso, soy un molusco arrinconado en un escalón de piedra roja. Las risas, del salón de música, en él ensayan una obra para lo cual solo deben adornar sus calcetas con ojos y boca. Cantan los pies, bailan. Afuera del Centro, reparan un auto, no se porque estoy aquí sentado. Todos están en algún sitio hermoso y cálido.

Hasta mi se dirige Emma, mi jefa directa. No dice muchas cosas, y no las dice con suavidad. Tengo trabajo por lo menos hasta que termine de reestructurar los expedientes que me faltan. 9 en total. Me llevará un mes, mes y medio.

Entro por las puertas corredizas, se ha terminado la sesión de musicoterapia. Es casi hora del lunch, todos se dirigen a sus salones, Sebastián que tiene 13 años, se me acerca para pedirme ayuda en amarrar sus agujetas. Se sienta en un sillón y deja que las ate. Cuando termino, se levanta corriendo y sin decir nada, sube por las escaleras.

15 minutos de estar frente al monitor, saco mis audífonos, coloco un cd de los cranes.
Espero que las 4 de la tarde se aproxime rápido, por lo menos, que no se enlentezca más de lo tolerable el tiempo, apenas son las 11 en punto.


5 something in the sky, say me i could be happy…
El Nokia 610 vibra mientras voy caminando sobre Churubusco, bien podrían ser las 4:30. Tomo el teléfono solo para observar que marca una llamada perdida, presiono para saber de que numero se realizo la llamada, en la pantalla aparece una R mayúscula.
Tomo el metro en coyoacán, en los audífonos anaranjados el kid A gira en mi discman y suben y bajan mujeres uniformadas, ejecutivas, vendedoras de perfumería, maestras de inglés. Is isn´t happening, i´m not here, i´m not here susurra Thom Yorke en mi oído, es como para voltearse y mirar por el crystal de la puerta en la que estoy recargado, como se despiden de mi, uno a uno los pasajeros en todos los andenes. Una de las dos mujeres que visten de azul y portan gafetes de autofin voltea a mirarme, su olor a Yellow Jeans de Versasce me hace cerrar los ojos y me veo cogiendo con ella. Pienso en acercarme y preguntarle si su perfume es efectivamente Yellow jeans, en sonreír y hacer algunos comentarios agradables. Que ambas mujeres sonrían y volteen a mirarme, que platiquemos y quizá que vayamos a comer y después a coger juntos. En Eugenia se abalanza contra la puerta junto con su amiga para descender del metro, se aleja mientras el metro cierra las puertas, se que ni siquiera volteara a verme así que me volteo yo a mirar de nuevo por el cristal de la puerta en la que estoy recargado.
Hago un trasbordo en Balderas y en Isabel la Católica estoy caminando frente al claustro porque mi tía se ha ido a Veracruz, tengo que cuidar de los canarios de su departamento, de las filtraciones de agua y supongo que de mi. Aunque esto último no puedo mas que comentárselo a Paco (quien me corta el cabello), para quien resulto tan impersonal que no le afecta en lo mas mínimo que le confié algunos de mis lloriqueos.
Hablo por teléfono con mi madre, me comenta que Daniel ha comenzado de nuevo a reconstruir otro aparato de sonido. Mi madre suena tan feliz que casi me olvido de mi mismo mientras estoy recostado sobre la cama de mi tía. Creo que es un poco eso y un poco el Alprazolam, sea como sea me da gusto saber que Daniel se recupera. Mi madre me pregunta si iré a dormir a la casa, esta vez simplemente le digo que alguien tiene que cuidar del departamento de mi ti.
Desde que estoy aquí he tenido el teléfono apagado y pienso en R. Estoy encabronado con ella, me dolió que no se apareciera por el encino, me dolió dormir solo y en una cama con sábanas cubiertas de grasa. Respiro hondo, tengo las ventanas abiertas y los niños están en las calles llorando, un gris concreto casi entra por la ventana y me come entero, al fondo E! Entreteinement con celebrity profiles. Cruje el linóleo del piso, como si un ejército de licuadoras avanzará por entre las camas y se perdiera hacia la sala, pienso en la mujer que vi en el metro, en Thom Yorke entrecerrando los ojos mientras dice i´m not here; quisiera sentir frío o miedo. En una hora estaré llamándole a R.


6 startlight lounge

En el microondas truenan riffs cortos cuando paso junto a él a la entrada de la vecindad. Un perro ladra como estúpido y desde una escalera, a un costado de la entrada, una señora con una cubeta de comex me mira solo 4 segundos. Sobre la base de la misma escalera, cinco tipos sentados esperando sus palomitas del horno de microondas de la entrada. camino al fondo del pasillo principal de la vecindad, paso rozando varias cortinas que están colgadas a manera de puerta. 30, 60 segundos ha pasado mucho tiempo y la vecina del perro me miraba como queriéndome decir q me largue o que suelta al perro, no lo hace, no lo podría hacer nunca, pero eso no quiere decir que igual no le tenga miedo.
Camino de regreso a la entrada, me topa la wera justo antes de que me acerque lo suficiente como para mirar el exterior de la vecindad. La juda esta afuera. Me pongo tan nervioso que me dice q no salga, -mejor regreso en un rato-, -va-. Salgo junto al microondas, la juda y sus armas automáticas; voy tan asustado q me digo –me cague pa´dentro-, en la esquina doy vuelta sobre la derecha y no regresaré hasta dentro de un mes.


7 vow
Muevo mi cabeza hacia la izquierda y siento como mi pulso comienza a alargarse, como en el documental del submarnista ese el cubano llamado pipin. Creo que en algún momento desaparecerá, cuando la bandeja de cds saca al reverendo horton heat. El reverendo sale con lonesome train whistle, y pasa a un mas tiempo y time to pray me dice que el tiempo justo es ahora. Entonces tomo mi pluma metálica y la caliento hasta q le abraza un aura azul y luego negrusco que me quema los dedos y me llena de sabor metálico. La desesperación se dispara de 0 a 100 como un mercedes benz de la serie turismo. Me estiro lo más posible y comienzo a humear por la nariz. Un gran calambre se decide a sostenerme la espalda, luego la máquina del mercedes dispara sus pistones contra todas mis glóbulos rojos y plaquetas. El reverendo deja salir a jezebel, siento que tengo una erección, mi pene lleno de esas mismas plaquetas y glóbulos rojos. Los brazos se comprimen espasmódicamente con la batería psychobilly. Me levanto de un solo tirón y el calambre, y mi pene, y los glóbulos rojos me explotan en el estómago. Quisiera masturbarme pero no puedo, estoy demasiado ansioso, ketamina y crack otra combinación extraña. Tomo mi discman y me llevo al reverendo, tiene esa canción del it´s martini time y decido caminar. El sonido viaja mas adelante que yo, o no sé si para ser exactos estamos implosionando?. Forbbiden j creo que se llama y la repito de nuevo; entonces corro cruzando la calle con el verde apuntando en mi contra. Veo a una italiana salir del hotel Isabel, la sigo por Isabel la católica doblamos en uruguay; me recuerda a Jazmin de Boobsquad. En ese capitulo Dirty Sánchez maneja la cámara, ja i´m just teasing-; quisiera que dirty me dijese, - you´re the man buddy- mientras me cojo por el culo a esta italiana de cabello castaño, delgada y con senos 34b. Entonces tengo las suficientes imágenes en la cabeza, la dejo seguir por el eje central. Yo regreso por mesones, regreso por el mismo espacio cilíndrico por el que subió el sabor metálico.

8 Ultra 80´s
Comenzaban a escucharse esos discos, en los vórtices de la colonia Roma. En ese departamento de la calle de Nuevo León desde el que Roberto en una ocasión hizó volar 5 pisos su semen hasta un Chevy, por lo menos él contaba eso. Ultra 80´s y Felix da Housecat, una recamara y una nube de humo anestésico flotando por enfrente del televisor, telehit en mute, recall Mtv en mute. ¿Que mas ochentero que regresar a las líneas, el espejo, y un billete enrollado?. Lud miraba el televisor recostado sobre la cama, junto a él Angel profundamente dormida, envuelta en su colcha de leones cafés. Regresaron los 80´s y todavía no he ido a ver a Silverio, solo lo he escuchado, en un recopilatorio. Todo son recopilatorios, Emperor Norton o Suave. Ultra 80´s cambia a fischerspooner, emerge sería lo mas cool hasta Diciembre, una lata perforada en mi mano derecha y en la izquierda una navaja que retira ceniza. Edgarito igual que yo esta sobre la alfombra, mirando la lata. Roberto esta cortando el material, alita de mosca. Pasa el tiempo suficiente como para querer levantarse y dejarse invadir por la ansiedad, pop de NSYNC en Mtv. Recall, Telehit.
-no mames q chida esta esa vieja, dice el lud amodorrado, increíblemente mas gordo, como jaba de hut.
La chava del comercial sube a una bicicleta, Roberto levanta la vista del espejo y no le queda mas que asentir porque siente ardor en la nariz y no creo que pueda decir mucho. Yo solo miro el Televisor, yo si hubiese querido estar a solas con Alex, aunque dijesen q era una puta, aunque ella misma me lo dijera un día en el encino.
-yo conozco a esa vieja, dice el edgarito pleno de seguridad, con una nube de humo anestésico bordeándole, con una lata de coca cola humeando en la mano derecha. Asiente para él mismo, como si quisiera mostrarnos a todos que recuerda algo con la chava del comercial de yogourt. Todos sabemos que no recuerda nada, que no la conoce, que solo es otro choro más.
-y como se llama? Dice Roberto haciendo su mejor esfuerzo por aclararse la garganta
-Tatiana, de hecho fue mi vieja, y Edgar se recarga sobre la pared tapizada del cuarto, satisfecho de si mismo.
Alex se sobresalta un poco, en parte porque debe estar soñando con una mamada que le daba al que paga el departamento, en parte porque comienza a sentirse calor en la habitación. Viene el bajón de nueva cuenta, además de lo que tenemos sobre el espejo, tengo un papelito en mi chamarra, eso me hace sentir tranquilo, no dormiré. Pienso en que por la mañana tengo que aparecerme en el trabajo temprano,
-no mames, eres un puto mentiroso, pinche Edgar, le dice Lud mientras se levanta, Alex se estira sobre el lado que dejó libre Lud.
-tengo hasta su teléfono, le voy a hablar
-ahorita? Le digo mientras observo a Alex taparse de nuevo
-no pendejo, mañana temprano
-mmm y porqué terminaron? Le dice Roberto ya mucho mas tranquilo reclinado sobre su silla.
-pues no nos veíamos mucho
-es que tenía que filmar comerciales, no? le dice Lud riéndose
Roberto y Lud comienzan a reírse diciendo que ella lo dejó porque Edgarito en realidad quería con el papá de ella, o que ella lo había dejado harta de que cada vez que Edgar la acompañaba a un casting, él siempre se las quería mamar a los productores. Edgar solo sonríe, quien sabe si era eso lo que él quería.

9 support me for a long time
Llamo por teléfono a mi casa, tardan un buen rato en contestar, pero se que finalmente alguien lo hará. Me contesta mi hermano, falta un poco mas de una hora para que salga del trabajo, me siento bastante solo. Él me cuenta que vió un reportaje en la tele sobre un campamento de autistas, -usan un sistema de semáforos, unos gafetes de diferentes que se cuelgan al cuello. Si traen el gafete verde significa que pueden y quieren hablar tanto con personas que conocen, como con aquellas que no conocen. Si tienen el letrero amarillo significa que solo desean hablar con aquellas personas que conocen. El caso del letrero rojo quiere decir que prefieren en ese momento no hablar con nadie. Cuántos autistas tienen en la escuela?-, -mm 2 ó3-; desde mi computadora observó como Ana María riega unos girasoles, Ana María tiene una esquizofrenia bastante atípica, quizá producto de un desorden hormonal. Es obesa y tiene unos senos muy grandes, supongo que su madre debe colocarle el sostén. Alejandro y su playera del Atlas me saludan desde la entrada, Alejandro es autista, sabe todo sobre el fútbol mexicano. Mi hermano me cuenta que ha empezado a ensamblar un bimotor a control remoto, no parece muy entusiasmado. Sé que lo terminara de armar, que lo arrumbará en su cuarto o en el mío, sé que lo hará pronto, yo intente armar uno por 1 año 3 meses.

10 click
Cuando entramos al encino Roberto, Karla y yo; Roberto le decía a Karla que se guardara su mona, la apretó dentro de su mano, también la manga de su chamarra. Nos vió entrar el chaparro. Subimos y nos toco el mismo cuarto doble, baje a comprar condones mientras Roberto intentaba convencerla de darse un baño. No lo hizó.
Compré los condones, y los puse sobre la cama, Karla se estaba quitando la ropa. Chequé la cámara. Roberto me dijo que iba primero, me encogí de hombros y tome la cámara, la verdad es que no me hubiese gustado ir primero. –pero pues salteo q?, me quieres tomar fotos de la verga cuando me la coja?-, -no pues entonces como le vamos a hacer?-. Karla estaba desnuda de la cintura hacia arriba, sentada en la orilla de la cama, esquelética, raquítica, con nombres tatuados en los hombros y las costillas presionadas hacia adentro por una piel verdosa. Me salí y le deje la cámara, tome mi hitter y espere en el pasillo.
Platiqué un rato con el chaparro mientras él arreglaba el marco de una puerta, no mucho que decirse. Como siempre.
Roberto salió después de un rato -esta bien pendeja, esta menstruando y huele a mierda-, interesante combinación, ja. Esperando afuera en el pasillo sabía que difícilmente tendría una erección, no había mucho que pensarle, entramos y quise pegarle, quería meterle algo en la vagina y tomarlo, como en los videos japoneses que baje del Kazaa. Como en los videos que constantemente corren por mi cabeza cuando veo mujeres hermosas en el metro rumbo a sus trabajos, y sus halos de Ralph Lauren, y sus trabajos en plaza coyoacán o en una sucursal de autofinanciamiento. Se puede tener todo si eres afortunado y tienes 200 pesos en el bolsillo, si tienes 2 minutos de valor y una cámara digital. Pero no me atreví, y nunca me hubiese atrevido, solo le tomamos fotos en varias posiciones, nosotros junto a ella. Karla lentamente giraba para las posiciones, confundida, no creo q le hubiesen tomado fotos tan explicitas de su ano y de las bolitas que tenía bordeándole el esfínter. Tomó su dinero y se fue, encabronada, como un ano con bolitas alrededor y unos pechos flacos, con piernas y una boca que le mamó el pene a Roberto; como una niña con estrabismo en una foto de 1.3 megapixeles.
Nos quedamos recostados en la cama cuando salió. Pensaba en la violencia simbólica, en la dignidad, en la cubierta negra del libro de Pierre Bourdieu en que se basa mi tesis. Apenados, tanto que dijimos que estábamos mal viajados; después a todos les presumiríamos esas fotos, de cómo nos arreglamos con ella para llevarla, del dinero que le pagamos, de los tatuajes, el hedor; a nadie le contamos los 20 minutos que estuvimos recostados dentro de la habitación después de que se fue, pensando, el malviaje.

11 episodio amateur
En algún punto las cosas dejaron de ser lo que decían ser. Marcó desde mi teléfono a R., el tono de timbrado, una y otra vez -sí, pensé que ya no querías hablar conmigo-, me sorprende por un momento una respuesta tan directa, luego recuerdo, el identificador de llamadas. –perdón es que he estado ocupado-, -ah sí, supongo que así debe ser-, -sí, así es-, -y bien?-, -quiero verte-, -bueno yo también quería verte, pero no me llamaste-; la comunicación se corta el tiempo suficiente como para preocuparme y mirar a la pantalla de mi nokia, sigue marcando los segundos, la llamada esta progreso. El metro se sacude al tomar una curva en sus rieles, el alumbrado público bordea el bosque de Aragón, una señora con uniforme de zapatería me mira desde el fondo del vagón. A R. la conocí en la escuela, es la mamá de Alejandro. –voy hacia mi casa, tengo que cambiarme de ropa y buscar unos papeles... pero puedo ir a tu casa si quieres-, -no, no quiero-.
En mi casa entró a mi cuarto con un cartón de leche y me conecto a la red, desde el cuarto de mi hermano el tocadiscos pinchea un disco de los smiths. Mi madre me llama, tengo que poner mi parte para el teléfono, hacemos cuentas y en el fondo de mi cartera se queda un pequeño cuadrito de cartón con unos girasoles estampados. Regresó a mi cuarto e imprimó mis tablas, guardo mis archivos en un disco regrabable y colocó el cuadrito de cartón debajo de mi lengua. Miró el teléfono, R. vive en casa de su madre, pienso en el identificador de llamadas. Desde el otro lado del pasillo Morresey sigue demostrando que lo mejor fue con los smiths, y las mejores bandas solo tienen 3 discos. Cierro mi puerta, apago las luces, en mi cd-rom el disco de una nueva banda de la que me han hablado, Interpol. En el quemador un disco con el capitulo de Julia en Bang bus. Es el capitulo en el que a un admirador del Bang Bus llamado Dylan le dejan ir con ellos, le dan la responsabilidad de cogerse a la victima en turno. El ácido comienza a pegarme haciéndome sentir que la pantalla es curva y que estoy demasiado lejos de ella. Dirty Sánchez, que es el tipo que se encarga de convencer a las mujeres de que suban a la camioneta y quien les hace conversación, bromeando y ofreciéndoles dinero por desvestirse o coger con sus amigos; le explica a Dylan que no hay nada seguro, pero que la situación se la deje a él, y que después de todo, recuerde que lo mas importante es venirse en la cara de la perra. 50 minutos después de que Julia, quien es cubana sube a la camioneta de bang bus es penetrada fuertemente por Dylan, Dirty se coloca detrás del último asiento de la camioneta, Julia parece estar disfrutándolo, hace rato que el disco de interpol ha dejado de sonar, tengo la mano derecha apretando mi pene, creo que tendré que venirme antes de que Dylan termine. Julia tiene un bonito trasero, tomo un vaso con agua que esta junto mi monitor y eyaculo dentro de él.


12 Quisiera saber rockear
Mi teléfono nokia suena en su modo de despertador, presiono el botón del centro y lo colocó debajo de mi almohada. 5 minutos después se reactiva la alarma. Quiero quedarme en cama, pienso en el trabajo, en lo que dirá Emma, en los expedientes, en el viaje en el metro, en levantarme, pero finalmente no lo hago. Pienso en reportarme enfermo, en pedirle a mi madre que marque y avise que he tenido que salir de la ciudad, pero finalmente no hago tampoco eso. He utilizado a mi madre en diversas ocasiones para cubrirme incluso recientemente, tengo 25 años.
Me levanto después de las 10:30, el led verde del monitor parpadea. Presiono el botón que tiene el icono de windows en mi teclado, y reviso que se logró bajar durante la noche en imesh. Mientras ultraplayer transforma a wav el title TK de las breeders, me metó a bañar, me siento extrañado porque mi teléfono no ha sonado. Esperaría que me estuviese buscando alguien del trabajo o de cualquier otra parte, pero no. Son las 10:48 y mi teléfono marca carga completa. Salgo de bañarme y decido darme una vuelta, quemo el disco de las breeders, tomo otros discos mas y los meto en mi mochila pequeña de una sola asa cruzada.
Hasta que salgo de la casa, recuerdo que no hay nadie en ella porque mi hermano tenía cita para hacerse una tomografía. Realmente quisiera saber como se siente mi hermano con todo esto, quisiese sentarme a platicar con él o algo así. Es extraño, pero tengo la sensación de que en ocasiones las cosas se echan a perder y no hay remedio, solo cambiar. Como con mi trabajo, sé que la he cagado mucho, pero no hay mas que hacer, solo esperar a que en el próximo empleo las cosas sean diferentes, hacer las cosas bien desde el principio. Con mi hermano sucede lo mismo, o eso parece. Llegado un punto me di cuenta que no había mas que hacer, solo esperar y creer que si tuviese otro hermano, lo haría bien todo desde el principio. Voy caminando sobre los andadores de mi colonia y me hace sonreír el repetirme en voz alta lo que estoy pensando. Suena todo tan ilógico, indiferente, indiferenciado, quien sabe. Así que suelto la bacha que traigo entre los dedos antes de que me queme los dedos, subo las escaleras y saco mi boleto del metro.

Mientras voy sentado en el vagón tengo varios sentimientos encontrados, remordimiento por no ir a trabajar, emoción por jugármela con mi trabajo a pesar de estar en el filo. Pero también siento desilusión por el disco de las breeders. Antes de bajarme en lagunilla, dejó el disco plateado sin serigrafiar en un asiento.

Los estoperoles han llegado, quien sabe si para quedarse. Pero han regresado, o quien sabe si en realidad alguna vez se fueron, todo lo retro me causa confusión. No cuando lo veo en los booklets de los discos o en lo videos. Pero si cuando lo veo en el metro de la ciudad, en las calles, en ciertas colonias. Antes de que regresara este fervor neo-punk, del punk artístico neoyorquino de a.r.e. weapons. Yo veía punks de estoperoles y picos y cuero, vendiendo caramelos a la salida del metro o vendiendo periódicos. Así que nunca se fueron de la ciudad los estoperoles y los punkarros. Por todo eso, decido comprarme un cinturón con estoperoles y una pulsera con picos, el look supero a la moda, el look es el verdadero minimal art y yo quiero ser arte.
Paso por la ropa usada y hago una parada en los tacos de banderilla. Esos tacos me los recomendaron Lud y Balmori, me gustaría encontrármelos en este momento, para decirles que no fui a trabajar, que quizá me corran, para invitarles un taco de banderilla. Que las banderillas son como todos las conocemos, salchichas con una cubierta enharinada. Es extraño pero no sé si he quedado satisfecho o no. Durante este capítulo no tengo muchas certezas. Quisiera saber rockear, como en la tele, en los videos o las chavas que traen candyflip adentro en las fiestas en penthouses. No sé rockear y eso me da mucha tristeza créanme.



13 vienes a mi casa...
A mi me gusta jumbo, porque me suena a un montón de otras bandas. Desde el teléfono de la estación lagunilla he quedado con Alex de verla en su casa. Me dijo que Edgar estaba en su casa, en cierto sentido me molesta pero lo siento como algo inevitable, yo no soy nada de Alex. Pero vamos Edgar ya se la ha cogido varias veces, porque no puedo hacerlo yo ahora?. Marco el teléfono de Alex desde la esquina de su casa para avisarle que estoy abajo, no sé cual es el numero de su interfon. Me pide que la espere abajo, -unas cuantas compras- me dice. Tarda unos minutos y baja en su pants gris. Platicamos poco, quisiera decirle que no fui al trabajo, que estoy cerca de que me corran, pero me entra un miedo grandísimo a que le importe un carajo o peor aún, que simule que le interesa. Caminamos un poco y cruzamos la calle, la dejo avanzar delante de mí, me gusta mirar su trasero, pero también el cabello y como camina. –compramos unas chelas?, en mi casa tengo una botella de ron pero me dijo Edgar que no te gusta el Ron, por eso lo digo-, -si,si me parece bien-, tomo unas indio y las coloco junto a un sabri-dip, un paquete de salchichas, unas toallas femeninas y un paquete de papas. De último momento me decido a colocar una sopa maruchan entre las compras. Caminamos sobre Nuevo León de nuevo, en una esquina Alex se voltea y me dice –Me voy a San Antonio en 2 semanas-, -y eso?-, -Diego se va para allá y me preguntó si lo seguía o me quedaba-; (Diego mantiene el departamento en el que vive Alex, Diego tiene 48 años y nunca lo ví). –nunca cogímos- me dice Alex cruzando la calle, mientras mira si un auto no esta lo suficientemente cerca como para hacernos mierda sobre la acera. –tu y Diego?-, -no seas pendejo, tu y yo-, -ah, cierto-.

-Ni siquiera me acuerdo bien como nos conocimos-, -ni yo-.
Pero me acordaba perfectamente que estaba en una exposición en un edificio de la roma, una exposición de cabezas de cerdo, vestidos y barbies (que cogían con Ken o con su similar de fabricación coreana) colgados en las paredes y un auto tapizado con toallas femeninas. Venía de la universidad y llegué con Roberto, a él lo había quedado de ver en una estación del metro. Nos encontramos a claudia, al fino, a carlos y no me acuerdo de a quien mas. En un patio en el primer piso te daban barquitos de papel en los que podías escribir algo, después los soltabas en un charcorte formado por la lluvia. El fino tenía algo que ver con la exposición, que era bastante x. Alarma , exposición gore, algo así, algo para no recordarse. Pero lo recuerdo porque conocimos a Alex justo antes de irnos y porque terminamos en un bar que esta detrás del bullpen. En uno en el que lo únicos clientes éramos nosotros, no me llegué a sentir pedo, me acuerdo de Alex besando a una chavita que había conocido en la exposición. La chavita hablaba de la hermandad, del cierre de filas entre todos para expulsar la dominación del estilo de vida gringo. Dijo algo mas sobre los zapatistas y lo poético. El mismo choro que he escuchado una y otra vez en la universidad, en los activistas, en la gente con “conciencia” en las listas de correo. Es ingenuo y es aburrido. Eso pensaba mientras esa chavita delgadita decía que era libre de hacer lo que quisiese, post-revolución sexual pensé. Tenemos que entrarle a todo, es una obligación, ese día Alex cogió con esa chavita o eso supongo.

14 ( )
En casa de Alex, como en otras que frecuentaba con mis amigos nunca veíamos los canales deportivos. Espn, espn 2, fox sport, fox argentina, speed. A mí me gusta el fútbol y ese día en casa de Alex puse un partido de la champions league. Edgar estaba en la cocina, servicial como siempre, lavando los trastes que muy probablemente solo él ha ensuciado. Alex recostada en un extremo de la cama. yo en el borde sentado con una cerveza en la mano, Manchester united pierde contra el Colonia. Termino mi cerveza y me levanto a prepararme una sopa maruchan, tardo 10 minutos en regresar al dormitorio. Así que espero que cuando llegué ya le hayan cambiado, pero no. Manchester intenta una y otra vez llegar pero no lo consigue. Finaliza el partido y Verón se acerca a Placente del Colonia, ambos son argentinos y jugaran juntos en la copa del mundo, serían eliminados en la primera ronda. Edgar le cambia de canal justo cuando Verón se despide de Placente, después del intercambio de playeras, los abrazos cordiales, las sonrisas. El Manchester fue eliminado.
Cuando Edgar le cambia alcanzamos solo el final del comercial de yogurt de la chava que había dicho, fue su novia. Yo prefiero no comentar nada, me recargo y como mi sopa. –no mames cuando fui a la casa de esa vieja la primera vez me acuerdo, que no podía dejar de ver a su hermana, es mas chica pero esta preciosa-. –le llamaste por pone?-, -que?-, -si quedaste que le llamarías-. –ahh, pues si pero que no esta en México-, -es una lástima, no?-. Termino mi sopa y tiro el envase al bote de basura que esta en el baño, me recuesto, Alex le dice algo a Edgar sobre unos recibos que están en la mesa, contraigo las piernas ligeramente y me quedo dormido así, en posición fetal.

Me despierta mi teléfono celular y de inmediato me sorprende que todo este tan oscuro, me levanto, contesto. –no fuiste a trabajar-, -no, no fui-, -estoy aburrida de todo-, -yo también-. –cuánto tiempo tardarías en llegar hasta acá?-, -quizá no iría-. Presiono el botón grande con una raya en medio, el cronometro de llamada se detiene, la pantalla ilumina un poco la sala y se refleja en un espejo que esta justo sobre el estéreo. Me siento en el sillón y corro un poco la cortina, el alumbrado público y su luz ambar iluminan un poco la sala.

15 células piramidales
De regreso al departamento de mi tía encuentro varios mensajes, uno de ella, a lo mucho en un par de días estará de regreso en su casa. El siguiente mensaje es de mi madre, Daniel parece estar bastante bien, tomografía alentadora y desde ahora tomara un tratamiento con l-dopa. Es curioso que yo este enganchado al crack y el use l-dopa, ambos estimulamos nuestros receptores dopaminérgicos en los ganglios basales, quien lo hubiese creído?, ja. Marco a mi casa y me contesta Daniel, se le escucha animado, me cuenta sobre lo que te tienes que inyectar para que salga la tomografía, el tubo en el q te introducen, todo como odisea del espacio, de una tecnología tan blanca, tan minimal, tan leeenta que parece perfecta. -Ya sé que no se pueden regenerar las neuronas, todo es cuestión de crear nuevas conexiones, nuevas conexiones-, repite para sí mismo convencido. Casi como si estuviese observando como las espinas dendríticas se alargan para tocar los axones de otras neuronas, -sinaptogénesis- digo en voz mas baja, -que?-, -si hasta hace poco uno de los paradigmas mas sólidos era el afirmar que las células del sistema nervioso no son capaces de regenerarse y mucho menos de reproducirse. Pero ahora se ha comprobado que es posible, por lo menos en ciertas regiones, en particular en el hipocampo. Que nazcan nuevas neuronas, que formen nuevas conexiones después del aprendizaje de ciertas tareas de memoria espacial...-, -ahh, bueno a mi. Mi terapeuta me dijo que nos centraremos en hacer nuevas conexiones, así ganare mas habilidades-, -a lo mejor y hasta en un tiempo podríamos jugar con un simulador-, -si bueno..., quien sabe, quizá ya no me gusten tanto, mas bien desde hace tiempo ya no me gustaban mucho, pero... no sé. Como que todos esperaban que siempre estuviese jugando uno, creo que acabe por creerme que así debiera de ser siempre-.
Cuando hay una oportunidad ambiental, se extrae toda la información posible, se cambia la arquitectura neuronal y se modifican procesos con el LTP (long term potention) A esto se le ha llamado la prueba fisiológica del aprendizaje. Una neurona envía un impulso que se sostiene durante algunos días, después se asimila y poco a poco comienza a desaparecer. En el caso de los animales de laboratorio este impulso perdura en ocasiones meses, cual es la respuesta para que en los animales de laboratorio la duración llegue a ser tan grande?. Que los animales de laboratorio se enfrentan a tareas únicas, después de eso, no vuelven a tener otro cambio medio ambiental fuerte, esto es. Realmente no pasa nada interesante en sus vidas digno de ser aprendido. El otro polo, la saturación. Tener tantos eventos que causen interferencia pro-activa uno sobre otro, al final el sistema se satura y se consigue aprender solo unos pocos de los estímulos a los que se sometió al animal. Incluso hay casos en los cuales ninguno de los estímulos se puede aprender, no se logra consolidar el aprendizaje.

Siempre que pensaba en mi hermano, pensaba en simuladores; de alguna forma tendré que romper esa asociación, que desaprenderlo.

16 beetlebum
Me he quedado de ver con Alex en el metro revolución. Después de el día que salí de su casa por la noche, no había vuelto a hablar con ella en todo el resto de esa semana; se va en un par de días, y le llame para despedirme. Me contó que Diego iría al depto. a recoger algunas de sus cosa, pero que ella ya le había dicho que no estaría porque saldría a despedirse de su padre. –de hecho tenía ganas de no estar allí, de salir-. Le propuse que viniese a casa de mi tía pero me dijo que quiere que vayamos al encino, -tengo dinero, vamos a ponernos hasta la madre, y a ver si así te animas y me coges, no?-, -siempre he estado animado para hacerlo-, -ja, nos vemos en revolución-. Una de las cosas que mas me sorprendió en el encino fue que el chaparro ya no estaba, en la recepción solo me dijeron que hacía una semana que no trabajaba ahí. Otra cosa que me sorprendió fueron los senos de Alex. Pequeños, con unos pezones grandes y oscuros. Tenía un seno mucho mas chico que el otro. Una de las cosas que me había enseñado el chaparro es a utilizar el “taxi”. Caminamos un par de cuadras atrás del encino y enfrente de una tienda estaba el taxi. De inmediato me reconoció desde la tienda y entro en su sedán, fuimos a magnolia, la casa de la tía estaba muy caliente según el taxi.
-me dijeron en el encino que el chaparro ya no trabaja ahí-, -se lo cargaron-, -ssss hace cuánto-, -hace unas 2 semanas... ya se lo traían desde hace mucho, así que ahora esta bien guardado-.
Compramos coca y crack, -ahora todos fuman coca, antes no era así- me dice Alex un poco para que lo escuche el taxi, este responde –ahora todos fuman esas madres, antes solo un gallo-, -es que se acerca el fin del mundo- les dije sonriendo. Realmente eso puede significar cualquier cosa, ya es una expresión ajena a su sentido original, cualquiera que hubiese sido.
Cuando regresamos al hotel, cortamos la coca, o mejor dicho la corto ella, yo solo le quite un poco la humedad, yo saque mi pipa metálica morada, coloque cenizas, corte el crack y lo coloque, la era de la hiper especialización, no?. Nos metimos varias líneas, luego fumamos cócteles, otras líneas, comencé a sentir la opresión en el pecho y me recosté. Alex me bajo los pantalones puso coca sobre mi glande y lo comenzó a lamer. Yo veía su cabello rizado moverse mientras metía mi pene en su boca, volteo a mirarme, sonreímos. En el momento en que me estaba colocando el condón, mire el reloj y me concentre en dar mis mejores 15 minutos aunque fuese, pero solo logre 10. Me vine mientras miraba las estrías de su trasero moreno. Luego de nuevo la pipa, el golpe con sabor a plástico una subida rapidísima y para el bajón una líneas. Ella seguía desnuda dentro de la cama, me miraba como trataba de contener el humo dentro de mi lo mas que pudiese. –estaba segura de que tendrías una verga pequeña-, -y no te falló, pero que te hacía creer eso?-, -los hombres nalgones tienen vergas pequeñas-.
Esta vez no mire mi reloj desde que me coloque el condón, fue hasta unos 3 o 4 minutos después de haber empezado a coger, nos mirábamos, yo le miraba los senos, ella creo q me miraba a la cara. Mientras lo hacíamos estiro su mano y alcanzo la pipa, la fumo y contuvo lo mas que pudo el humo dentro de si. Su panza se contraía, se le formaban varias lonjitas, se contrajo como si hubiese recibido un electrochock, nunca antes había estado tan convencido como en ese momento, ella lo estaba disfrutando. Soltó el humo sobre mi cara, lo aspire, tome la pipa, la encendí, aspire lo mas hondo posible, sentía que iba a estallar. Me salí de ella, la voltee haciendo un gran esfuerzo por no soltar todo el humo; se la metí por el ano. Tan abrupto y sin “lubricar” o dilatar previamente, que pensé se voltearía y me daría un madrazo, pero no fue así. Solté el humo, sentí que eyacularía, que estaba apunto de venirme, y así lo hice.
Me acorde de ocasiones en que después de venirme me quedaba dormido, pero esta vez tenía demasiado crack adentro como para poder dormir. Seguimos inhalando líneas, aspirando de la pipa, platicando sobre las cosas. Tomo mi cartera y vió lo que tenía adentro. Las fotos, los boletos de conciertos, me pregunto por mi familia; le conté sobre Daniel y los transbordadores espaciales, los simuladores y su desconexión interhemisférica. Luego ella me enseño su cartera y me habló de su familia, de su madre y su Hermana en San Luis. -Mi hermana vive en San Luis con mi mama, tiene clavos en una pierna. Quería estudiar diseño, no termino la carrera, estudiaba en Monterrey. La atropello un coche y al final regreso a San Luis, con mi madre. –tu hermana se ve bastante guapa, a lo mejor voy a San Luis a conocerla-, -cabrón te la cogerías así con todo y los clavos-, -si, a lo mejor al principio no sabría bien q onda, pero lo haría-, -entonces ve, le voy a hablar de ti-.
Salí del cuarto para comprar una botella de agua, en la recepción el viejo de bigote le ponía diurex a un cartelito que estaba a punto de pegar, compre mi botella de agua y mire el cartel. –que sería para hacer lo mismo que hacía el chaparro?-, -si lo mismo-.
Regresé con Alex y seguimos platicando, sobre su relación con Diego, sobre las mentiras de Edgar, comenzó a amanecer. Nos quedamos dormidos debajo de esas sabanas grasosas, me sentía feliz.
En cuanto nos despertamos ella me dijo que tenía que irse, comenzamos a recoger las excrecencias de la madrugada. Salimos del hotel a eso de las 11 am, el sol pegaba de llenoy mi nariz estaba tapada por unas gises de mucosa y coca. La acompañe al metro buenavista, allí en la entrada nos despedimos, al final me dio el mail de su hermana, me dijo que le mandara un correo en una semana o dos, primero quería hablarle “bien” de mi. Nos reímos y bajo por los escalones. Frente del vips compre un atole y me lo bebí tranquilamente mientras regresaba al encino. Tenía que presentarme a mi primer día de Trabajo, otra oportunidad para comenzar bien supongo. Tendría un cuarto y una “paga”. Lo importante era tener un lugar “propio” en donde gastarme mi liquidación y poder escribir algunas historias, como esta. Al otro extremo de la misma línea del metro de mi nueva casa, esta mi hermano. Me gustaría que viniese a visitarme, me gustaría poderle platicar todo lo que ha estado pasando últimamente.
my home is where my hard disk is
frase de ann lee.jpg
el fracaso del plan, es parte del plan
hard pop on line